Jesucristo liberador
Síntesis de su cristología
(Por: Jon Sobrino, S.J.).
Temas: Jesucristo liberador
1.
Lectura histórico-teológica
del Cristo:
Jesús de Nazareth.
a) Servicio al Reino de Dios.
El reino de Dios
Jesús y Dios: Jesús ante
un Dios Padre
Las parábolas
b) Jesús y Dios
La oración de Jesús
Dios es bueno
La crisis de Galilea
c)
Muerte en la cruz.
Jesús y Dios
El juicio a Jesús.
La muerte de Jesús.
El Dios crucificado.
El pueblo crucificado.
2.
Historia
de las cristologías (No incluido).
La
cristología está ante un misterio. En su objeto, Cristo. Hay un exceso de
luminosidad en presencia de la oscuridad histórica. Jesucristo es misterio.
Hablar de Cristo es callar.
Cristo, se es
captado como tal, produce gozo y agradecimiento. Y no hay gozo y agradecimiento
que permanezcan mudos para siempre. El contenido de esta cristología es
Jesucristo en su totalidad. Aquí se hace una lectura histórico-teológica del
Cristo, que es Jesús de Nazareth. En el segundo tomo de la Cristología se ve la
historia de las cristologías y la fe en Jesús de Nazareth, proclamado como el
Cristo a partir de la resurrección. Veremos tres dimensiones centrales de la
vida de Jesús. Su servicio al Reino de Dios, su relación con Dios Padre y su
muerte en cruz.
Conocer a
Cristo es seguir a Cristo. La cristología elaborada desde A.L. privilegia al
Jesús histórico sobre el Cristo de la fe. En el mundo de la pobreza convergen y
se remiten mutuamente pobres y Jesús de Nazareth.
El Jesús
histórico es el punto de partida de la cristología. El Jesús histórico es Jesús
de Nazareth, su vida, su misión, su destino. Sus palabras y sus hechos, su
actividad y su praxis, sus actitudes
y su espíritu, su destino en cruz y de resurrección: es la historia de Jesús.
Lo más histórico del Jesús histórico es
su práctica y el espíritu con que la llevó.
Praxis-práctica:
conjunto de actividades de Jesús para operar sobre la realidad social y
transformarla en la dirección precisa del Reino de Dios.
Histórico: lo que nos es transmitido como encargo
para seguir transmitiéndolo. No significa aquello que es simplemente datable en
el espacio y en el tiempo.
Se accede
mejor a lo interno de Jesús (la historicidad desde su subjetividad) desde lo
externo de su práctica (su hacer historia). Se trata de comenzar con la
práctica de Jesús, no con su persona.
A través del
Jesús histórico y de lo más histórico de Jesús se busca el acceso personal a
Jesús. No presenta en primer lugar conocimientos sobre él para que el hombre
decida qué hacer y cómo relacionarse con el Jesús así conocido, sino que
presentando su práctica para recrearla y así acceder a Jesús.
El camino
lógico de la cristología es cronológico. Éste aparece en el nuevo testamento
así:
La misión de
Jesús al servicio del Reino: su práctica y la exigencia para realizarla
La pregunta
por la persona de Jesús
La confesión
de la realidad irrepetible y salvífica, la fe en Cristo.
El punto de
partida real es siempre la fe total en Cristo. El punto de partida metodológico
es el Jesús histórico.
Los escritos
del nuevo testamento, excluidos los evangelios, son unas fotocopias de las
diversas cristologías. Recuperan a Jesús. La cristología paulina resultaría un
verdadero enigma sin Jesús de Nazareth.
En Pablo hay
una referencia intrínseca a Jesús de Nazareth. Pero su cristología está centrada
en el Señor resucitado y no hace una valoración teológica pormenorizada de la
vida de Jesús.
El nuevo
testamento da testimonio de que hay una vuelta a Jesús aún después de que hay
fe en Cristo y de cristologías alrededor del resucitado.
Los evangelios
fueron escritos desde la fe y para la fe de las comunidades. Es una
interpretación teologizada de la vida de Jesús. Los evangelios están centrados
alrededor de la pasión de Jesús. Son un relato de la pasión con un largo
prólogo.
Las
narraciones evangélicas hacen de Jesús el personaje central y son una buena
noticia evangelion. En definitiva
no muestran la historia de Jesús.
Se saca de
los evangelios que no se puede teologizar la figura de Jesús sin historizarla,
narrando su vida y su destino. Sin ello la fe no tiene historia. Y no se puede
historizar a Jesús sin teologizar como buena noticia. Sin ello la historia no
tiene fe.
Jesús y el reino de Dios.
No hizo de sí
mismo el centro de su misión y de su predicación. La vida de Jesús fue una vida
descentrada, centrada en el Reino de Dios y del Padre
Reino de Dios: Jesús expresa la totalidad de la
realidad y aquello que hay que hacer.
Padre: Jesús
expresa la realidad personal, lo que da sentido último a su vida
El Reino da
razón del ser de Dios como Abba y la paternidad da fundamento y razón de ser al
reino.
El reino de Dios.
“He sido
enviado para anunciar la buena noticia del Reino de Dios” Lc 4,43. Jesús
proclama el Reino de Dios y no a sí mismo. El tema central de la predicación de
Jesús fue la soberanía real de Dios.
Lo último
para Jesús fue el Reino de Dios. No fue el reino de los cielos como pura
trascendencia a-histórica, ni l iglesia, ni él mismo. Lo último no fue Dios,
sino el Reino de Dios; Dios dentro del Reino de Dios.
Jamás nos
dice Jesús expresamente qué es Reino de Dios. Lo único que dice es que ya está en
medio de todos.
Reino de Dios
es reinado de Dios. Es el regir de Dios en acto para transformar una realidad
histórico social mala e injusta en otra buena y justa.
El reino de Dios
es una utopía que responde a una secular esperanza popular, en medio de
innumerables calamidades históricas; es lo sumamente bueno. Viene en medio y en
contra de la opresión del anti-reino.
Juan Bautista: Jesús, muy verosímilmente, fue
discípulo de Juan Bautista.
Jesús se dejó
bautizar por Juan: historicidad indiscutible.
Después de la resurrección: los discípulos de Juan siguen
bautizando. Se da una competencia entre los discípulos de Juan y los discípulos
de Jesús.
Jesús y sus
discípulos también bautizan. Jesús no bautiza a él mismo.
Los
discípulos antes habían sido de Juan pasa después a ser discípulos de Jesús (Jn
2,35-42). Jesús tiene su visión sobre el Reino de Dios:
Jesús revela
la verdad de Dios y del ser humano a través del amor. Amor sin límites hasta el
final de la cruz.
Jesús mismo
participa de la expectativa del Reino. Jesús no es monopolio de los cristianos.
Pertenece a la corriente de esperanza de la humanidad. El reino de Dios está
cerca, a ha llegado el Reino de Dios. El Reino no es objeto de esperanza, sino
de certeza.
El Reino de
Dios viene como don gratuito, no como respuesta a la acción de los hombres.
Pero Jesús
sirve activamente al Reino, tolera, denuncia la situación de injusticia. La
venida del Reino exige una conversión-metanoia.
Los pobres deben llegar a tener
esperanza. Los opresores deben hacer un cambio radical de conducta. Todos deben
llevar una vida digna del Reino.
No se puede
forzar la venida del Reino como don, como querían los esenios, los fariseos y
los grupos armados. Viene por puro amor de Dios.
Ev-aggelion: buena notica: es Jesús. Es lo que Jesús
trae: el Reino de Dios. Debe alegrar a los oyentes. Ya no será utopía (objeto
de ansiosa expectación) sino topía
(objeto de alegría para todo el pueblo) Lc 2,9.
El Reino de Dios
es para los pobres. Jesús aparece interesado en la salación de todos. Que el
Reino de Dios llegue a ser para todos.
No excluye a
nadie de la posibilidad de entrar en él. Pero se dirige a ciertos grupos de
personas: los pobres. “El Reino pertenece únicamente a los pobres”: Lc 4,18; 6,20;
7,22; Mt 11,5.
Puebla 1142:
“Por el mero hecho de ser pobres,
cualquiera que sea la situación moral o personal en que se encuentren, Dios los
defiende y los anima, son los primeros
destinatarios de la misión de Jesús”.
En qué pobres
piensa Jesús? En los económicos: están negados del mínimo de la vida. En los
marginados, los inasistidos. Pobres sociológicos (sin dignidad). Son los que
están abajo en la historia, los que están oprimidos por la sociedad, los
segregados.
Este Reino es
formalmente parcial. Su contenido mínimo es la vida y dignidad de los pobres.
Pobres son aquellos para quienes la vida es una pesada carga en sus niveles
primarios de sobrevivir y de vivir con un mínimo de dignidad. Pobres son los
que mueren antes de tiempo.
Los hechos de
Jesús: práctica de los milagros, expulsión de los demonios, acogida a los
pecadores.
Los dichos de
Jesús: su práctica de la palabra. Anuncio de la venida del Reino “enseñanzas,
exigencias, oraciones, discursos apocalípticos”.
Las parábolas: son relatos basados en hechos de la vida
cotidiana. Hablan del Reino, aunque no lo definen. Jesús nunca dice: “El reino
de Dios es un hombre…”. Sino que dice: “Sucede con el Reino de Dios como con un
hombre que sembró …” El significado queda en suspenso hasta que se decida.
El
mensaje central de las parábolas es: el Reino de Dios se acerca para los pobres y marginados; es parcial y por ello,
causa escándalo. También esclarecen otros elementos del Reino de Dios, su
carácter de crisis. La venida del Reino es también crisis.
Las parábolas
generan esperanza, la seguridad de que el Reino se acerca. Algunas parábolas
expresan el carácter de gozo que produce el Reino de Dios por ser buena
noticia.
La venida del
Reino es buena noticia. Tiene que ser celebrado con gozo. Jesús lo celebra,
especialmente en forma de comidas. Son realización de sus ideales: liberación,
paz, comunión universal. Las comidas de Jesús son signos celebrativos benéficos
y liberadores.
Jesús y Dios.
Jesús ante Dios Padre.
Jesús anunció
y sirvió al Reino de Dios. Por eso murió ajusticiado. Jesús aparece como
verdadero ser humano también en la dimensión teologal: él también tuvo que
vérselas con Dios, buscarlo y dialogar con él, cuestionarlo y descansar en él.
Abrirse a él y dejarlo ser Dios. “En todo semejante a sus hermanos, menos en el
pecado”.
¿Cómo Jesús
practica a Dios? Jesús hace uso de la tradición profética sobre Dios. Dios
aparece como parcial y defensor de los oprimidos, de los pobres y de los débiles, actuando en contra de la
injusticia que las produce y con la promesa de una utopía de que vida y
justicia son posibles.
Dios que elige
conversión personal e interior del hombre. Suscita vocación de profetas, les
exige todo, hasta la vida.
Jesús se
confronta con una realidad última a la que él llama “Padre”, y ese Padre sigue
siendo lo último para Jesús, es decir, “Dios”. Dios es Padre y en él descansa
su corazón, pero el Padre sigue siendo Dios y no lo deja descansar.
Lo último
personal para Jesús es Dios-Padre. Su relación de confianza y disponibilidad.
Absoluta intimidad y absoluta alteridad.
La oración de Jesús: Jesús se dirigía a Dios. Como judío
piadoso, Jesús oraba: Mt 15,36; 26,26 par. Lc 4,16. “Con suma probabilidad no
hubo un día en la vida de Jesús en que él no hubiera recitado la oración de la
mesa antes y después de comer” (J. Jeremías).
La oración
personal según los sinópticos, toda la vida de Jesús se realiza en un clima de
oración:
Lc 3,21: su
vida pública comienza con una oración.
Su vida
termina con una oración de angustia, de esperanza, de paz, de explícita
relación con Dios. Mt 27,46; Mc. 15,34; Lc 23,46; Jn 19,30.
Su vida
aparece jalonada por innumerables alusiones a la oración. Aparece orando en
momentos importantes decisiones históricas:
Antes de
elegir a los doce: Lc 6,12ss
Antes de
enseñar el Padre Nuestro: Lc 11,1.
Antes de
curar al niño epiléptico: Mc 9,29.
Aparece
orando por personas concretas: Por Pedro Lc 22,32; por sus verdugos: Lc 23,43.
Alude a la
oración en ocasiones importantes. Cierta clase de demonios no se expulsan sin
la oración: Mc 9,29. Relaciona la oración con la fe Mc 11,23.
Tenía la
costumbre de retirarse a orar: al monte,
al huerto, al desierto: Mc 1,35; 6,46; 14,32; Lc 6,12; 5,15ss.
Es un hecho
histórico que Jesús oraba. Causó una honda impresión como orante:
ü Jesús condena la oración mecánica: Mt
6,7ss “Al orar no multipliquéis…”.
ü Condena la oración vanidosa e hipócrita:
Mt 6,5ss: “Cuando recen no hagan como…”.
ü Condena la oración cínica: Lc 18,11: “El
fariseo de pie oraba en su interior…”.
ü Condena la oración alienante: Mt 7,21:
“No basta con decir Señor… hay que hacer”.
ü Condena la oración opresora: Mc 12,
38,40: Tengan cuidado con los maestros”.
ü Jesús
urge a orar y ora él mismo.
En la relación de Jesús con Dios: responder y corresponder a Dios es cosa
de escuchar su palabra y ponerla por obra. Es lo que constituye toda la vida de
Jesús. Pero lo que más expresa su oración es lo que hay de alteridad y absoluta
cercanía. En Jesús, su oración es ponerse
realmente ante Dios.
El contenido de la oración de Jesús se ve en dos oraciones. Oración de
alabanza y oración de acción de gracias. Mt 11,25 y Lc 10,21. “Te doy gracias
porque se las has revelado a los pequeños”. Su contenido es el Reino de Dios.
Esta oración presupone una práctica de Jesús. Ya había anunciado el Reino, ya
había suscitado conflictos.
Se desprende
quién es Dios para él. Es un Dios con una voluntad “tal ha sido tu
beneplácito”; es un Dios parcial hacia lo pequeño y es un Dios amoroso y bueno
con los pequeños. Se alegra y goza de que Dios sea así. Para Jesús, Dios es lo
que produce gozo porque es bueno; alguien en quien se puede confiar y llamar
Padre.
La oración
del Huerto: el núcleo original consiste en que Jesús expresa su conciencia de
que a a ser entregado a la muerte, que su alma está triste y que pide al Padre
que lo libere de esa hora. Mc 13,ss; Mt 26,39; Lc 22,41ss.
Esta oración
proviene de los riesgos que ha corrido con su práctica y desemboca en la
decisión de asumir su propia muerte. Jesús hace entrega del “Yo” a Dios.
Muestra su total disponibilidad. Dios permanece como el misterio insondable
para Jesús y Jesús lo deja ser Dios. Así, la oración de Jesús aparece: como
búsqueda de la voluntad de Dios, como alegría de que llega su Reino. Como
aceptación de su destino. Como confianza en un Dios bueno que es Padre y como
disponibilidad ante un padre que sigue siendo Dios, misterio.
Dios es bueno
Para Jesús, Dios
es por esencia, bondad y salvación para los hombres. Lo último que define a Dios
no es su poder, ni su pensamiento, ni su
juicio, sino su bondad.
Jesús está
convencido de que Dios es bueno con Él y es buen para los hombres. “Sean buenos
en todo como el Padre celestial es bueno” Mt 5,48. “Sean misericordiosos como
el Padre celestial es misericorDioso”. Lc 6,36 Reproduzcan la bondad, eso es lo
bueno para los seres humanos.
Su bondad
tiene que ser descrita como amor. Ágape que se alegra en el bien del otro y
sólo por causa del bien del otro. Jesús dice que Dios es bueno hasta con los
malos y desgraciados. Lc 6,35.
El
mandamiento del amor en los sinópticos: Mc 12,28-31; Mt 22,34-40; Lc 10,25-28 y
Jn 13,34-36- Así es Dios, sean ustedes así.
En Jesús es
esencial la visión de Dios como bondad, como amor, como ternura. Constituye el
núcleo central de su experiencia de Dios.
Jesús e
presenta con autoridad, pero sin autoritarismo. Critica a los poderes civiles y
religiosos existentes y enseña, de palabra y de obra, que la autoridad es
servicio en libertad.
Habla con
convicción y con autoridad, pero no con imposición. Jesús no impone, ni
increpa, ni intimida y rara vez manda o reprende. Con frecuencia aparece
argumentando, apelando a la razón de sus
oyentes y hasta de sus adversarios, o imponiendo. Es el amigo que ayuda
a los hombres a hacer la voluntad de Dios.
Así como el
hombre debe dejar a Dios ser Dios, Dios deja al hombre ser hombre. No que Dios no tenga exigencias para
él, a veces fortísimas, pero dese que el
hombre cumpla a la manera humana, con libertad y convicción, más que por coacción e imposición.
Jesús fue hombre libre
Libre ante la
ley y ante el sábado. Se deja acompañar por mujeres y también por varones. Ante
la opinión pública hace denuncias y desenmascara.
Su liberta
está en función del bien de otros. No hay barreras ni límites para hacer el
bien. Libertad para esclavizarse a hacer el bien. Libre entrega de s propia
vida. Es una libertad al servicio de la bondad, no al servicio del propio
Jesús. La raíz de la libertad le viene de la bondad de Dios.
Libres para
amar. Liberado para liberar: Jesús es libre.
La confianza de Jesús.
Abba, Padre.
Era algo nuevo, inaudito, único el que Jesús se atreviera a hablar con Dios
como un niño habla con su padre, con simplicidad, intimidad y seguridad. Abba
es el término con que el niño se dirigía a su padre. Implica una gran
familiaridad y confianza. Por eso los judíos no la usaban. Para Jesús, Dios es
no sólo bueno, sino alguien en quien se puede confiar y descansar. Alguien que
da sentido a la existencia de los hombres.
Padre
nuestro. Nuestro es la realidad del Reino, Padre es la realidad de Dios, Dios
para Jesús es el Padre bondadoso en quien se puede confiar y descansar.
La
disponibilidad-obendiencia hacia un Padre que es Dios. La obediencia de Jesús
fue una actitud fundamental y fundante en la vida: una activa disponibilidad
hacia Dios incluye la ejecución de su voluntad. Es radical referencia Dios como
hacia alguien que es un radical “otro” para Jesús. Jesús tuvo que dejar a Dios
ser Dios.
La conversión
de Jesús significa la disponibilidad realizada para responder a Dios en la historia, donde quiera que él lo lleve.
La disponibilidad realizada para dejarlo ser Dios. Su conversión a Dios
se realizó a través de la prueba ¡verdadera humanidad”.
El pasaje de
las tentaciones es una interpolación. Se trata de una reflexión teológica sobre
Jesús, aunque con base en la vida de Jesús. Jesús fue realmente tentado. La
tentación atañe al mismo Jesús. Su autoconciencia se siente amenazada por
crisis extremas de auto-identificación. Cuál es el tipo de poder que va a usar
Jesús en su misión. Es un diálogo de Jesús con Dios (no con el diablo). Jesús
se confronta con Dios. Jesús triunfa: deja a Dios ser Dios.
En Lc 4,13
“hasta un tiempo oportuno”. Indica que la tentación no es algo que sólo ocurrió
en un momento de la vida de Jesús. Fue como el clima en el cual se desarrollo
toda su vida, en la historia real. Jesús supera la tentación sumergiéndose en
ella y en su conflictividad, se deja llevar por Dios a donde quiera que él lo
lleve.
La crisis de Galilea.
Jesús abandona
el corazón de Galilea y se dirige primero a Cesarea de Filipo y después a la
frontera sirio-fenicia. Con este rompimiento geográfico se quiere expresar
rompimiento en su persona: los jefes del pueblo lo han rechazado, sus
discípulos no lo han comprendido y hasta las masas del pueblo lo habrían
abandonado. Su misión inicial habría fracasado. Jesús se pregunta si seguir y
cómo.
Es discutible
la realidad histórica de esta crisis. Aparecen dos causas histórica. En Juan el
abandono de las multitudes y en Marcos la incomprensión de los discípulos.
El eco
popular que suscita es lo que lo convierte en peligroso porque puede dar pie a
la intervención de los romanos. Jn 11,47-54. Jesús nunca huye de las gentes,
sino de las autoridades.
En Marcos
10,31.45. Jesús ya no puede confiar en sus discípulos. Es la incomprensión de
sus discípulos. Jesús tiene que cambiar de táctica y en su camino a Jerusalén,
da instrucciones radicalmente nuevas.
Hay que
recalcar que en los evangelios se presenta un cambio de la conducta de Jesús
(al menos la externa). Se retira hacia el norte y luego hacia Jerusalén.
Jesús tiene
ahora conciencia de ser perseguido por los jefes del pueblo y la falta de
comprensión o rechazo de algunos íntimos. Hacia el final de su vida Jesús no
aparece hablando de Reino de Dios, ni operando milagros (los prohíbe), ni
expulsando demonios, ni acogiendo a pecadores sus discursos se concentran en
los ataques del pueblo y en su propia defensa.
Lo importante
es que Jesús aparece en fidelidad a Dios hasta el final. Ir a Jerusalén donde
se va a encontrar con Dios en la Pasión y en la cruz.
La ignorancia de Jesús
No es que
Jesús no supiera de Dios, sino que su conciencia humana no pudo sintetizar todo lo que es Dios. No
conoce el día de la venida de Dios. No sabe el día de la venida del Reino. Al
aceptar este no saber, Jesús está abierto creaturalmente a Dios.
La fe de Jesús.
Jesús fue un extraordinario
creyente y tuvo fe. La fe fue el modo de existir de Jesús absoluta confianza y
radical disponibilidad con respecto a Dios. La fe de Jesús es clave para
comprender la vida terrestre de Jesús, la cristología y todos los temas
teológicos.
En Marcos:
9,23; 11,22ss; 11,14; 11,20. Jesús es declarado como quien tiene fe. No se
explica el contenido de la fe. Jesús es declarado como hombre de fe.
En Romanos
3,21. Dia piesteuos iesou cristou,
puede significar lo que está en Dios se revela a través de Jesús y Jesús lleva
a cabo esa revelación, precisamente en que él cree, es decir, es radical y confiadamente obediente. Se discute si es “fe
de Jesús” o “fe en Jesús”.
En Hebreos
12,2. El pionero y consumador de la fe.
Jesús es el que ha vivido originalmente la fe y la ha vivido en plenitud. El
primogénito en la fe, el primero que la ha vivido cabal y plenamente en el
estado de homo viator.
Su contenido
fundamental: fidelidad a Dios y misericordia hacia los hermanos. Su fe es
disponibilidad y confianza. Disponibilidad es dejar a Dios ser Dios.
Misericordia es el ejercicio de la bondad de Dios, presupuesto de la confianza
de Jesús.
¿Quién es Dios para Jesús?
Dios es aquel
a quien Jesús responde y corresponde en fe. Dios es lo sumamente bueno, Padre,
el amor que está en el origen de todo. Da sentido a su vida, en él puede
descansar. Amor parcial, descrito como infinita ternura. Amor condescendiente
que se ofrece e impone para su invencible cercanía a lo pequeño y perdido de
este mundo.
Dios sigue
siendo misterio, sigue siendo Dios, no hombre. Dios se le hace tentación a
Jesús cuando tiene que discernir sobre el verdadero poder salvador.
Se le hace
enigma cuando se reserva absolutamente el día de la venida del Reino que Jesús
creía próximo. Se le hace misterio
cuando su voluntad va más allá de la lógica del Reino (cruz). Dios se le hará
escándalo a Jesús cuando en la cruz escuche su silencio.
Jesús
y Dios
La práctica profética de Jesús como
defensa del verdadero Dios.
Praxis
profética: actividades verbales, debates, denuncias de sus adversarios,
desenmascaramientos. Jesús se dirige a colectividades y no a individuos.
Denuncia a los escribas, a los fariseos, a los ricos, a los gobernantes. Ellos representan
y ejercen algún poder que configura la sociedad como tal.
Se dirige a
grupos enteros para que cambien como grupos y así se transforme la sociedad.
Las controversias versan sobre realidades “la ley, el templo”, en cuyo nombre
se configura la sociedad. Las denuncias expresan que esa configuración es
opresora, expresión de anti-reino.
Esto es
praxis porque su correlato es la sociedad como tal y su finalidad es su
transformación como tal Jesús denuncia y desenmascara el anti-reino, pero sub specie contrarri anuncia lo que deba
ser una sociedad de acuerdo al Reino de Dios.
Praxis
profética: denuncia y desenmascara la injusticia y la opresión reales.
Las controversias de Jesús: Dios es controvertible. Las
controversias son pasajes en que la
discusión versa en directo sobre la visión que Jesús tiene de la realidad
social y religiosa.
Las
controversias directas en los sinópticos: Mc 2,1-3-6; Lc 5,17-6,11; Mt 9,1-17;
12,1-21. El problema se dirige a todo ser humano en su condición religiosa ó
secular; cómo se relacionan los seres humanos con lo que tienen por “último”,
sea esto Dios, la patria, la Iglesia, el partido, la riqueza, el poder.
La conclusión
para Jesús es: “el recto servicio de Dios, es necesario que sea servicio del
hombre”. Al analizar las cinco controversias se concluye en que lo
controvertible es Dios.
La
controversia sobre el mandamiento principal Mt 22,34; 10,31; Mc 12,28. La
equiparación del amor a Dios y al prójimo es escandalosa. Se constata que en la
versión original de Marcos no se menciona si quiera el amor a Dios como el
principal mandamiento.
Según la
reconstrucción del texto original primitivo, diría lo siguiente: “y uno de los
escribas le dijo: cuál es el mandamiento mayor de todos? Respondió Jesús: es
amarás a tu prójimo como a ti mismo; no hay otro mandamiento mayor (que éste),
y nadie se atrevía ya a preguntarle”.
No es ignorar
a Dios; cambia la noción de Dios: en el amor al prójimo se está honrando y
amándole a él, se está respondiendo realmente a Dios.
Dios es amor.
Dios nos ha amado primero; ese amor se muestra en la entrega del Hijo. La
conclusión no es que debemos amar a Dios. Es: “si Dios nos amó de esta manera,
también nosotros debemos amarnos unos a otros” 1 Jn 4,11.16.
Jesucristo liberador
Jesús exige
realmente a los seres humanos que respondan con total y absoluta seriedad a Dios,
“amar a Dios con todas sus fuerzas”. Ese responder a Dios, es un corresponder a
la realidad de Dios, hacer con otros lo que Dios hace con ellos y con nosotros.
Dios nos creo
creadores. El amor de Dios nos hace amorosos para los otros. Es lo último que
hay que ser y hacer, porque así es Dios y así hace Dios. Dios es excéntrico,
quiere el bien, la vida, y la paternidad de los hombres. Cuando eso se realiza,
él está en los hombres y los hombres en él.
En las
controversias aparece la correcta relación con Dios que consiste en la correcta
relación con el prójimo.
Según se
acepte a un determinado Dios, así se comportan los seres humanos y así
configuran la sociedad en forma de Reino o de anti-reino.
Los
desenmascaramientos de Jesús: Dios es manipulable. En nombre de Dios se
justifica religiosamente la opresión de los seres humanos. Esto debe ser
desenmascarado.
Un ejemplo
clásico está en Mc 7,1-13; Mt 15,1-20. Jesús y los discípulos quebrantaban lo
referente a la pureza legal: Lc 11,38 y otros.
Jesús
desenmascara así. Los hombres producen las tradiciones humanas y las usan como
mecanismos para ignorar la verdadera voluntad de Dios y para poder oprimir a
los demás hombres con buena conciencia religiosa.
La verdadera
maldad del ser humano proviene del interior que aparece inequívocamente n lo
que produce el exterior: fornicaciones, robos… estas verdaderas maldades son
las que Dios condena. Es la verdadera voluntad de Dios.
Dios creó la
creación y no la religión (categorial). El creador que entra en conflicto con
la criatura es un Dios falso y los Dioses falsos hacen inhumanos incluso a los
piadosos.
La denuncia
de los opresores y sus ídolos.
Las denuncias
se dirigen a pecadores colectivos, más que a individuos. Ellos producen el
pecado estructural.
Jesús
responsabiliza del anti-reino no sólo al maligno (realidad transhistórica),
sino también a agentes históricos: ricos, escribas, fariseos, sacerdotes y
gobernantes como detentadores del poder económico, intelectual-ejemplar,
religioso y político. Estos poderes a veces convergen en algunos de ellos.
Denuncias contra los ricos.
Lc 6,24ss;
12,34; 19,10; 16,13-31; Mc 10, 17-22.
Abundancia de
bienes en el Antiguo Testamento es bendición; riqueza es maldición. La riqueza
es maldición, deshumanización del rico porque lo hace poner el corazón en l os
tesoros, que no van verdadera vida.
Sólo quien
pone el corazón en Dios y busca el Reino de Dios, se humaniza de verdad. La
riqueza es dificultad máxima para que el hombre se abra a Dios. La riqueza es
condenación: ya recibieron su consuelo. La denuncia de la riqueza es clara,
aunque en la historia se ha querido suavizar St 5,1-35- la riqueza opera contra
los pobres y la riqueza opera contra Dios.
La oposición
causal directa entre ricos y pobres, en cuanto empobrecedores y empobrecidos
aparecen más claramente en el antiguo testamento que en el nuevo testamento.
Rico Epulón y pobre Lázaro.
La coexistencia
de ricos y pobres es insultante, es intolerable. Los ricos deben ayudar a los
pobres aunque para eso tengan que dejar de ser ricos. La riqueza es
deshumanización e insultante y es injusto la riqueza como tal. En el origen de
casi todas las fortunas hay alguna injusticia.
Los ricos son
opresores de los pobres. Las situaciones de pobreza son causadas por el hombre
opresor. Zaqueo deja de ser hombre maldito porque deja de ser el hombre rico
opresor.
La riqueza
aleja de Dios y obra activamente, contra Dios. Hay que escoger entre Dios y
Mammón (riqueza). Es ídolo por antonomasia, es el peligro más grande a la hora
de servir a Dios.
La riqueza es
un mal radical, porque es ídolo hace contra Dios, deshumaniza a quien le rinde
culto y exige víctimas para subsistir: 1 Jn 2,16; 1 Tim 6,10. “La raíz de todos
los males es el afán de dinero”.
Las denuncias a los escribas y fariseos
Jesús
defiende radicalmente la ley en cuanto es ley de Dios, a favor de los hombres.
La forma de
defenderla le presenta como “hombre libre.
Denuncia el
uso de la ley para oprimir a los hombres.
Cómo usan el
gran poder que tienen? Si para llegar a los hombres a Dios ó para oprimirlos.
El ataque a los fariseos es exagerado. Los denuncia directamente y con vigor
espeluznante. Por qué? Lc 11,37-53; Mt 23,1-36; Mc 12, 38-40. Jesús denuncia en
sustancia la vanidad e hipocresía de los escribas y fariseos. Lo más
fundamental es que oprimen al pueblo. Lo estorban.
Las denuncias a los sacerdotes
Confrontación
de Jesús con lo religioso como tal: la expulsión de los mercaderes del templo
de Jerusalén, en lo nuclear, es histórica. Mc 11,15-19; Mt 21,12-17; Lc 19,
45-48; Jn 2,14-16.
No es que
Jesús estuviera contra el templo en cuanto tal. Pero usa dos citas del antiguo
testamento sobre el templo: Is 56,7 y Jer 7, 11 que es el final de un largo
oráculo sobre el auténtico culto y una invectiva contra el tempo; Jer 7,2-11.
Jesús critica
y se distancia de un culto alienante y opresor. Son palabras auténticas de
Jesús: Habló de destruir el tempo”, lo que lo llevó a la cruz. Mc 13,2; Mt
24,2; Lc 21,6. Acudían al templo todos los días.
Jesús anuncia
que ha cambiado radicalmente el lugar del encuentro con Dios. En Mat 18,9 ese
lugar es ahora la comunidad. En 25,31-49 el lugar son los pobres de este mundo
y en Jn 4,21.23 en espíritu y verdad.
Jesús es
crítico del templo y de lo que conlleva: el culto, los sacrificios, el
sacerdocio. El templo era el centro de la vida económica-social y política del
país. Configuraba a la sociedad de una determinada manera. “Destruir el templo”
denuncia la realidad del falso Dios y una configuración opresora de la
sociedad, sustentada en el poder religioso y justificado en nombre de lo
religioso.
Su denuncia
se dirige más a estos grupos que a los políticos en cuanto tales. Jesús no sólo
anuncia el Reino y proclama a un Dios Padre, sino que denuncia el anti-reino y
desenmascara a los ídolos. Con ello va a las raíces de una sociedad oprimida
baja todo tipo de poder económico, político, ideológico y religioso.
La cruz.
La muerte de Jesús
¿Por qué
matan a Jesús? Jesús muere violentamente, no hay duda, Hay dos problemas
distintos. Uno es por qué matan a Jesús (pregunta histórica por las causas de
su muerte) y el otro es por qué muere Jesús (pregunta teológico por el sentido
de su muerte).
La persecución fue el clima de la vida de
Jesús
La
predicación y la práctica de Jesús representan una amenaza al poder religioso
de su tiempo, e indirectamente a todo poder opresor. Éste reaccionó. Jesús fue
hombre en conflicto y por ello fue perseguido. Estorbó a los otros Dioses y
estorbó en nombre de Dios. La persecución según los sinópticos: no se conoce la
cronología histórica de la persecución. Algunos textos son: Lc 4,24.28ss; Mc
3,6 par: 6,4; Mt 13,57; Jn 4,44.
En la etapa previa de Jerusalén, cuentan cómo
muchas de las preguntas que le hacen están destinadas a ponerlo a prueba para
observarlo y encontrar una palabra de la que pudieran acusarle: Mc 10,2; 8,11;
Mt 16,1; 19,3; Lc 11,16; 14,1; 11,53ss; 6,11; 13,31; 19,47ss; 20,19.
La culminación
de esta persecución progresiva queda clara en todos los sinópticos. Los
dirigentes quieren acabar con él.
Todos
describen cinco escenas en las que Jesús aparece corriendo peligro de su vida:
Mc 12,13-17 par; 12,18-23; 11,15-19 par; 12,1-12 par; 12,28-34; Mt 22,34-35.
Todos estos
pasajes concluyen con un sumario anterior a la traición de Judas. “Los sumos
sacerdotes y los escriban andan buscando cómo podrían apoderarse de él con
engaño y darle muerte” Mc 14,1; Mt 26,35; Lc 22,1.
La
persecución en Juan: con más lujo de detalles muestra que la persecución a
Jesús jalona toda su vida. La responsabilidad adjudicada a la aristocracia
sacerdotal es histórica. La de los
fariseos está exagerada y refleja la situación eclesial a partir del año70. En
Juan aparecen los judíos, pero los principales enemigos de Jesús son los
fariseos. Texto: 2,24; 5,16.18; 7,1; 7,11.19.30.32.44; 8,20.59; 9,22; 10,31.39;
11,8,53ss.
La
persecución a Jesús nos muestra algunos puntos importantes:
El final de
Jesús fue la culminación de un proceso histórico y necesario. No fue casual ó
como tráfico final.
Varios tipos
de responsables que tienen algún tipo de poder económico, político, religioso.
Todos estos grupos convergen en la persecución. Es la totalidad de la realidad
la que reacciona contra Jesús.
El pueblo,
las mayorías, no aparece entre los responsables de la persecución en los
evangelios. No se habla de que el pueblo traicionara a Jesús o lo persiguiera y
por lo tanto, de que Jesús murió por los pecados de todos por igual.
Las causa
para la persecución: las denuncias de Jesús contra el poder opresor, el poder
religioso en directo. Jesús ataca a los opresores (dimensión histórica) quienes
justifican la opresión en nombre de Dios (dimensión trascendente): atacándolos
a ellos, defienden a sus víctimas.
Esta
persecución real, mantenida y progresiva muestra objetivamente que el conflicto
no es algo puntual, accidental y subjetivamente que es un proceso que Jesús
asume de manera cada vez más lúcida, no sólo lo sufre, sino que lo provoca.
Jesús tuvo
clara conciencia de un trágico final. Se mantuvo en el conflicto conociendo sus
consecuencias.
La conciencia de Jesús en medio de la
persecución:
El Jesús
histórico no interpretó su muerte de manera salvífica, como sacrificio
expiatorio, como sí lo elaboró el nuevo testamento.
Si bien la
muerte no aparece haber sido “querida” ni tampoco “deseada” por él, es mirada
lúcidamente como el camino de la fidelidad radical.
Lo que
pensaba Jesús se descubre en los relatos de la última cena que son relatos
litúrgicos en trasfondo histórico: 1 Co 11,23-27; Lc 22,13-20; Mc 14,22-25; Mt
26,26-29.
Desde un
punto de vista histórico puede concluirse que Jesús, la víspera de ser
capturado, organizó una cena solmene que acompañó de una bendición, unos gestos
y unos discursos de despedida. Éstos, como forma literaria, expresan la
voluntad de la persona que se despide de asegurar la continuidad de su vida y
la pervivencia de su persona entre los suyos.
El sentido
con que Jesús enfrenta personalmente su próxima muerte: de Mc 14,25 par, con
historicidad “en verdad les digo”, expresa la certeza de su muerete y su propia
esperanza escatológica de la venida del Reino de Dios. Establece su firme
esperanza en el triunfo del Reino y el de su causa personal.
Los textos sobre
la institución de la eucaristía expresan el sentido positivo en relación con su
causa. Su muerte va a ser algo bueno para otros, para todos.
Estos son los
motivos salvíficos: el pan-su cuerpo es entregado por ustedes y el vino-su
sangre, es derramada por muchos, para el perdón de los pecados, como nueva
alianza y, al final, como servicio sacrificial.
Lo más histórico:
los gestos acompañados de palabras. Son signos de lo que ha sido toda su vida.
Jn 13,15. En la cena Jesús interpreta su muerte como servicio, en continuación
y culminación de su propia vida. Jesús ofrece a todos los hombres el sentido de
una vida de servicio y es lo que propone
a sus discípulos.
Jesús va a la
muerte con lucidez y con confianza, con fidelidad a Dios hasta el final y como
expresión de servicio hacia los suyos. Es fiel y misericorDioso hasta el final
El juicio a
Jesús.
Jesús va a
ser condenado a muerte en nombre de un Dios. Jesús y su Dios parecen perder el
proceso.
El juicio religioso.
Es muy
discutida la historicidad del ó los procesos.
La conducta
del Sanedrín: todos estaban en contra de Jesús, pero no había unanimidad sobre
el motivo legal para condenarlo. Aquí
comienza su culpabilidad. Se llegó al acuerdo de entregar a Jesús a los
romanos. Todos en contra. La razón objetiva de fondo es: “quiere destruir el
templo”.
Como
conclusión histórica: los artífices de esta muerte fueron principalmente los
miembros de la casta sacerdotal, irritados por ver que Jesús se erigía en
reformador religioso.
Como
conclusión sistemática: Jesús fue condenado por querer destruir el templo.
Jesús lo criticó y ofreció una alternativa distinta y contraria. El templo ya
no sería el centro de una teocracia política-social-económica de la vida de
Israel.
El
conflicto le vino a Jesús por el modo
como hablaba y hacía presente a Dios en el mundo. Mt 26,23. Jesús es condenado
en nombre de un Dios.
El juicio político
Jesús murió
crucificado como malhechor político y murió con el tipo de muerte que sólo el
poder político (los romanos) podían dar. La causa de la condena está redactada
en términos políticos: se ha hecho pasar por rey de l os judíos. Pilatos ofrece
cambiar a Jesús por un subversivo político (Barrabás):
Lo históricamente más probable
Lc 23,2 y Jn
19,12-15. “Hemos encontrado a éste alborotando a nuestro pueblo, prohibiendo
pagar impuestos al César y diciendo que él es Cristo Rey”. Mc 15,7; 12,13-17;
Mt 22,15-22; Lc 20,20-26; Jn 18m33-38ª; 19, 1-3.4-7.15.
Jesús-Pilato;
Dios (de Jesús)-César (Dios de Pilato).
Jesús fue
crucificado por los romanos no sólo por razones tácticas y de política diaria
de tranquilidad y orden en Jerusalén, sino en definitiva, en nombre de los Dioses
estatales de Roma que aseguraban la pax romana.
Jesús ofrecía
un peligro político por la reestructuración de la organización
socio-religiosa-política.
La muerte de Jesús como consecuencia de
su misión
A Jesús lo
matan por su tipo de vida, por lo que dijo y por lo que hizo. Por lo que
estorbó.
En el juicio
religioso: yo invoco a Dios actuando como quebrantador de opresiones concretas.
En el juicio
político lo acusan de ser enemigo del César
Si no hubiera
surgido fe en ese Jesús después de la resurrección, su fin hubiese sido como el
de tantos. Pero no fue así. Sus discípulos afirmaron que vive y que vive en
plenitud. Se le recordará como el Hijo de Dios. Entonces, ¿Por qué muere Jesús?
La muerte de Jesús.
Por qué muere Jesús
El sentido de
la muerte de Jesús: en la cruz murió el Hijo de Dios.
La
explicación de la cruz en el misterio de Dios:
1.
En
algunos textos se considera la cruz como el destino de un profeta: 1Tes 2,14ss;
Rom 11,3; Mt 10,32; 23,37.34ss; Mc 8,38; 12,2ss; Lc 11, 49ss; 12,8ss. Esclarece
por qué matan a Jesús. No esclarece el sentido de esa muerte. Es una
constatación: así es la historia que da muerte a los profetas. Pero no explica
qué sentido tiene que la historia sea así.
2.
Consideran
que ya estaba predicha en las escrituras_ Lc 24,25ss; 1Cor15,4; Mc 8,31; 9,31;
10,33 par. Argumentación buena para cristianos provenientes de la fe judía.
Surgió muy temprano. No ofrece luminosidad intrínseca al hecho de esta muerte.
3.
Jesús
muere según el designio determinado y previo conocimiento de Dios: Hech 2,23;
4,28; Lc 24,26; Mc 8,31. “Era necesaria”.
ü El sentido de la cruz no puede ser
captable por los hombres. Si hay alguna explicación, ésta está escondida en Dios.
ü Los seres humanos renuncian a encontrar
ese sentido.
ü Esperan que sí lo tiene, pero en Dios.
ü La cruz no diría nada de Dios, no
ayudaría en nada a conocer a Dios. Porque el Dios, conocido de antemano es lo
que posibilita explicar la cruz.
De la cruz como escándalo a la cruz como
salvación.
¿Y por qué ha
sido ese y no otro el designio de Dios? Parece una bondad incompatible con la
bondad de Dios. Para qué muere Jesús. Qué
de bueno hay en la cruz de Jesús. Por la cruz de Jesús, Dios nos ha salvado del
pecado.
Jesús fue
crucificado para concede a Israel la conversión de los pecados: Hech 5,31; Jn
6,51; 11,50; 11,51ss; 2Cor 5,14ss; 1Tim 2,6 El Nuevo Testamento reflexiona
sobre ese para qué.
En la cruz se
manifestó el amor salvífico de Dios.
El sacrificio
En varios
lugares se describe la figura y la acción de Jesús en lenguaje
cúltico-sacrificial: 1Cor 5,7; Ap. 5,9; Rm 3,25; 5,9; Ef 1,7; 2,13; Mc 14,24;
Mt 26,28; Lc 22,30; toda la carta de Hebreos. Dios acepta el sacrificio y así
se salva la distancia insalvable. El hombre entra en comunión con Dios, hay
salvación.
El sacrificio
de Jesús realiza la comunión, porque ha sido aceptado por Dios: Heb 8,24.12;
7,25; 2,10; 10,19ss Ef 5,2; 1Pe 1,19.
La nueva Alianza
La sangre de
Cristo Jesús produce una alianza entre Dios y los hombres, nueva y definitiva.
Nueva forma de vida de los agradecidos por ella es la plenitud de la fe, la
confesión firme de la esperanza y la claridad y buenas obras: Heb 10,22-24; cc.
3,4 y 11; 12 y 13. La alianza entre Dios y los hombres es salvación.
La figura del siervo sufriente
El nuevo
testamento hace uso de estos pasajes: Is 42,1-9; 49,1-6; 50,4-11; 52,13-53,12.
En Hecho 8, 32 y Lc 22,37 hay referencias útiles para constatar y narrar
bíblicamente cómo murió Jesús, pero no para explicar el sentido de su muerte.
Jesús es
inocente; los sufrimientos con que carga son los que deberían cartar otros. En
ello se convierte en salvación para otros. Es expiación vicaria del siervo. De
este modo se confiesan las cosas, no se explican.
Lo salvífico de la Cruz en Pablo
1.
Es
lo central (insiste en la resurrección): 1Co 1,22ss; 2,2.3; 12,3. La
predicación del crucificado es esencial, pues de ella depende la verdad de la
fe.
2.
Es
salvífica: se podrá aceptar a Dios ó no, pro si se lo acepta en la cruz, por lo
escandaloso e insospechado, entonces se ha aceptado realmente a Dios y se ha
aceptado que él mismo se nos ha mostrado.
3.
Recalca
lo salvífico de la cruz, con mucha fuerza en 2 Cor 5,14.19; 8,9; 13,4. No es
explicación sino proclamación.
4.
Trata
de explicar lo salvífico de la cruz porque nos ha liberado de la ley convertida
en maldición: Gal 3,10.13.22; 4,4. Lo que ejemplifica la ley es la situación
existencial de angustia y fracaso del hombre; de esa situación nos ha liberado
Cristo.
5.
La
manifestación de lo que es grato a Dios.
6.
En
el nuevo testamento lo que ha sido grato a Dios ha sido la totalidad de la vida de Jesús, una vida en felicidad y
misericordia. La cruz de Jesús pone de relieve la vida de Jesús.
7.
Sobre
la tierra ha aparecido lo grato a Dios porque ha aparecido una vía en el amor
hasta el final. Mt 6,8: lo que Dios quiere que sea el ser humano: “Ya se ha
declarado, oh hombre lo que es bueno y lo que el Señor desea de ti: que actúes
con justicia, que ames con ternura y que camines humildemente con tu Dios”.
La credibilidad del amor de Dios
La vida y la
cruz de Jesús es aquello en que se expresa y llega a ser lo más real posible es
el amor de Dios a los hombres.
El nuevo
testamento afirma: el mismo Dios ha tomado la iniciativa de hacerse
salvíficamente presente en Jesús y la cruz de Jesús es grata a Dios en ella se
expresa é mismo como grato a los hombres: Rom 3,28; Jn 3,16; 1 Jn 4,9; Rom
8,32.
La cruz de
Jesús es expresión del amor de Dios. 1 Jn 4,10: Rom 5,6ss. Cristo murió por los
injustos, por nosotros.
Ni lo más
querido por Dios, su propio hijo, ha puesto límite a que Dios muestre su amor a
los hombres. No perdonar al hijo es el modo de expresar que nada impide el amor
de Dios a los hombres.
La muerte de Jesús.
El Dios crucificado.
Las palabras de Jesús en la cruz
La
interpretación más primigenia de la muerte de Jesús es la de Marcos. Su
evangelio es anti-triunfalista. El hecho desnudo de presentar a Jesús muriendo en el abandono del padre, tuvo que
ser algo difícil de aceptar. Siempre hubo intentos de suavizar el abandono de Dios.
Es muy
difícil mantener el posible abandono de Dos en la cruz de Jesús. La tradición
de Marcos sienta con toda claridad la discontinuidad teologal entre la muerte y
la vida de Jesús:
En las
narraciones de la cruz no aparece para nada el advenimiento del Reino de Dios.
Esto puede llamarse fracaso.
Hay una
radical discontinuidad en su relación con su padre Dios. En la cruz no hay
cercanía de Dios. No hay experiencia de Dios como Padre bondadoso.
Lo más
hiriente de la muerte de Jesús es este abandono, el silencio de Dios. En la
cruz el pecado aparece con mayor poder que el Padre Dios.
El sufrimiento de Dios
Qué hace Dios
ante el sufrimiento. Qué dice de Dios la cruz de Jesús. Qué relación hay entre Dios
y el sufrimiento.
El
sufrimiento en sí no tiene sentido. El sufrimiento no se acepta, se combate. Dios
ante el sufrimiento no hace nada como los seres humanos esperaríamos que
hiciese. El mismo Dios carga con el sufrimiento.
El sufrimiento
en Dios
El hijo
experimenta la humanidad, la historicidad, la vida, el destino y la muerte de
Jesús “Nicea presenta a un hijo divino, que asume absolutamente todo lo
humano”.
Cómo afecta a
Dios el sufrimiento de la cruz? Dios estaba en la cruz de Jesús (Pablo) y éste
era hijo de Dios Mc 15,39. En todo lugar de la realidad de Jesús se manifiesta
algo de Dios. Es verosímil que el estar de Dios en la cruz, en cuanto cruz,
revele algo de Dios.
Es imposible
formular adecuadamente el sufrimiento de Dios. Lo importante es la afirmación
de que Dios participa en la pasión de Jesús y en la pasión del mundo.
Moltmann: “En
la pasión del hijo sufre el Padre mismo el dolor del abandono. En la muerte
del Hijo llega la muerte a Dios mismo,
sufriendo el padre la muerte de su Hijo por amor a los hombres abandonados”.
También a Dios
le afecta el sufrimiento. Dios está crucificado. El Dios crucificado es el Dios
solidario, en la historia no hay amor
sin solidaridad y no hay solidaridad sin encarnación. Solidaridad dispuesta a
participar en la suerte de aquellos con quienes se solidariza (sería
paternalismo que lleva al despotismo). Solidaridad dispuesta a llegar a ser
víctima con las víctimas.
El conocimiento de Dios en la cruz de
Jesús
Lo que la
cruz manifiesta en directo de Dios es su inacción y sufrimiento.
Se trata de
caminar humildemente cn Dios, sin pretender buscar una acabada síntesis de la
realidad de Dios en la historia, aceptando en la fe y en el máximo de fe, que
sólo al final Dios será todo en todo. Sólo al final, Dios se revelará como pura
positividad y como totalidad, mientras en la
historia su revelación pasa también por lo fragmentario y por la
negatividad.
Trascendencia: el Dios mayor y el Dios menor.
El hombre
debe contar con la activa posibilidad de lo radicalmente distinto de Dios y con
el escándalo de Dios. Debe contar, en concreto, con que no sólo lo grande, sino
también lo pequeño, pueda ser mediación de Dios. Y esto es lo que ocurre en la
cruz. En la cruz no hay imagen (no aparece nada de lo que suele hacerse pasar
por divino), ni siquiera hay palabra. Sólo hay silencio de Dios. Dios se
muestra en silencio. El futuro es un modo de ser de Dios. En la cruz no hay
poder, ni hay futuro.
Las víctimas
de este mundo son el lugar del conocimiento de Dios, pero lo son
sacramentalmente. Dan a conocer a Dios porque lo hacen presente.
El hacerse
cargo de Dios en la cruz, tiene que ir acompañado de cargar con la cruz. Y de
encargarse de los crucificados.
La muerte de Jesús
El pueblo crucificado.
Cristo tiene
un cuerpo que lo hace presente en la historia. Hay que preguntrle si ese cuerpo
está crucificado, qué de este cuerpo lo está y si la crucifixión de este cuerpo
es la presencia en la historia de Cristo crucificado.
Los pueblos
crucificados son los que “completan en su carne lo que alta a la pasión de
Cristo. Son la actual presencia de Cristo crucificado en la historia. “ustedes
son la imagen del divino traspasado”.
El
crucificado es el elegido para traer salvación. El pueblo crucificado lleva
sobre sus hombros los pecados de sus opresores. Ofrecen un potencial
evangelizador. Es decir los valores evangélicos de solidaridad, servicio,
sencillez y disponibilidad para acoger el don de Dios (Puebla 1147).
En lenguaje
histórico, los pobres tienen un potencial humanizador porque ofrecen comunidad
contra el individualismo, servicialidad contra el egoísmo, sencillez contra la
opulencia, creatividad contra el mimetismo cultural impuesto, apretura a la
trascendencia contra el romo positivismo y craso pragmatismo.
El pueblo
crucificado ofrece esperanza un gran amor, está abierto al perdón de sus
opresores, genera solidaridad, ofrece una fe, un modo de ser iglesia y una
santidad más verdadera y más cristiana.
El pueblo
crucificado es el cuerpo de Cristo crucificado en la historia. Este pueblo
permite conocer mejor al Cristo crucificado, su cabeza, ve en él al siervo
doliente de Yavé y comprender su misterio de luz y salvación