lunes, 16 de abril de 2012

Instructivo sobre cómo iniciar los EVC



Instrucción sobre la oración (EVC: Ejercicios en la Vida Corriente)

Calla y contempla

1. ¿Cómo orar? R/. Serenándome...


En la vida cotidiana, la actividad del trabajo nos cansa y nos preocupa hasta el punto de que nos cuesta fijar la atención, concentrarnos en una sola cosa y permanecer allí en silencio. Es preciso comenzar serenándose: respirando hondo. Conviene antes de  comenzar a orar, soltarse con libertad y auitar todas las tensiones corporales.
Luego, conviene liberarse espiritualmente, poniendo en las manos del Señor todas mis preocupaciones, temores y angustias. Si percibo que debo anotar algo importante, lo escribo procurando tranquilizarme. Vale la pena este rato entregarlo sólo a Él.
Los segundos que pase tratando de calmarme no son tiempo perdido para la
oración.
Finalmente, puedo entrar en el espacio sagrado a través de un sencillo rito, que me permita orar con calma. Entro en el escenario de la adoración a Dios, quien me acoge bondadoso.

2. Serenándome... delante de alguien

Ahora, sentado, o de rodillas, según descubra que sea lo más conveniente, procuro entrar en coloquio con Dios Padre de NSJ, también puedo dirigirme a Jesús.
Para ponerme delante de DIOS no basta emplear mi imaginación creadora, sino que requiero de la Fe en Dios y sentirnos en una relación especial con Él, que ora en mí como Espíritu de Jesús. puedo decirle confiadamente:
"Tú estás aquí Señor".
"Tú me ves. Más aún, Tú me contemplas con amor".
"Tú me escuchas realmente".
"Soy alguien importante para Ti, lo creo".
Procuro actuar de acuerdo a lo que lo que creo. "Si Tú estás aquí, Dios mío, no puedo estar en cualquier postura y actuar como si estuviera totalmente solo/a; o distraerme.
Permíteme Señor, actualizar tu presencia".
"Señor, tu presencia me da la paz que necesito, la confianza, porque eres mi Padre
bueno. Estoy contento/a de estar contigo".

3. Serenándome ... delante de alguien ... y, en espera de algo

Me he calmado, me he puesto en presencia de Dios ... pero, ¿qué puedo esperar? En
algunos pasajes de la Biblia se nos dice: "Yo te conduciré al desierto y allí te
hablaré al corazón" (Os 1,16). Dios te quiere hablar al corazón. Calla. Escucha el silencio.

Estas palabras pueden ayudarte...

Estas u otras frases dilas despacio, repite, dejando momentos de silencio. Puedes ir
tomando algunas cada día.
En la oración no se trata de decir muchas cosas, eso no llenará nuestra alma; lo
importante es sentir profundamente, en forma lenta, así como se saborea una
rica comida,
A Zaqueo Jesús le dice: "Es necesario que yo me aloje hoy en tu casa",
"Si alguno me ama.., yo le amaré y me manifestaré a él",
¿Qué puedo esperar de mi oración? Un contacto consciente, vivo, real, con Dios, el

Dios de mi corazón, que me hará decir:
"Habla, Señor, que tu siervo escucha",
"Muéstrame tu rostro, quiero conocerte con mi corazón",
"Ven, Señor Jesús",
"Celebra todo mi ser la grandeza del Señor, y mi Espíritu se alegra en el Dios que me salva..,"
Confianza filial en Dios: "Tranquila y en silencio he mantenido mi alma como un niño en los brazos de su madre",
"Vengan a mí los que se sientan cargados y agobiados, que yo los aliviaré",
"Yo estaré contigo .., no te dejaré ni te abandonaré.." sé valiente y ten ánimo",
"Felices los que habitan en la casa del Señor y te alaban sin cesar",
"Feliz el que pone en Ti su confianza",
"No temas, ni te asustes, porque contigo está tu Dios, adonde quiera que vayas",
"A ti, Señor, me acojo .." sé para mí una roca de refugio", "Aunque tenga que pasar por valles oscuros, no tendré miedo, porque Tú estás conmigo",
"El Señor es clemente y compasivo.... el Señor da su mano a todos los que caen y ayuda a levantarse a todos los postrados",

Debo tener mucha confianza, porque Dios está interesado en conversar conmigo,
y quiere ayudarme.

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